Desistir de los objetivos y planes personales sólo nos lleva a una sensación de fracaso mucho mayor.
Quién no recuerda su etapa estudiantil, sobretodo aquellos exámanes finales de carrera, dónde salir corriendo en el último momento era la opción más satisfactoria. Así te evitabas los sudores fríos, de los dolores de cabeza, del malestar de estómago, de las explicaciones... cuando en realidad esa idea instantánea de felicidad, sólo vislumbraba meses de verano de estudio tedioso... de temáticas diversas que lo único que hacían eran agonizar más si cabe, esa sensación tan extraña de angustía provocada por el miedo a fracasar.
Debemos cultivar nuestra autoestima, es necesario conocernos de tal forma que nos permita cultivar grados de egoismo a niveles desconocidos hasta ahora, os recomiendo las palabras de Bucay llenas de cordura que te ayudarán en ese largo camimo del " Conócete a ti mismo" gnosti te autvn (nosce te ipsum) que algún filósofo griego compartío con nosotros en el templo de Delfos.
1 comentario:
Cuando ya has vivido todos y cada uno de los grados de satisfacción personal, la perseverancia se convierte en un barco que hace aguas y no lleva a ninguna parte. Sólo se puede profundizar en uno mismo conociendo cómo te ven los demás... y no es miedo al fracaso, se trata de pánico a la oscuridad.
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